En Grupo Arre Morras, nos apasiona brindar experiencias culinarias que conecten culturas y creen momentos inolvidables. Nuestra incursión en la gastronomía japonesa, italo-francesa y mexicana es un testimonio de nuestra misión de explorar la riqueza y diversidad de sabores que el mundo tiene para ofrecer.
En Daiichiro, Cibum Capere y Nana Keri, cada restaurante refleja nuestro compromiso con la autenticidad, la calidad y la innovación. Esta diversidad no solo enriquece nuestra oferta culinaria, sino que también nos permite contar historias a través de los platos, invitando a nuestros comensales a ser parte de una narrativa global que celebra la unidad y la diversidad de experiencias gastronómicas.
Daiichiro es un restaurante japonés que fue fundado en 1993 por Don Héctor Romero Otakara, nieto de japonés, y su esposa Leticia Aviña. Comenzaron en un pequeño local en la colonia de Las Águilas, armando el restaurante con sus propias manos y equipándolo con mucho esfuerzo, pero sobre todo con amor. A pesar de los comentarios negativos y la falta de interés de algunos vecinos, nunca se dieron por vencidos y continuaron adelante con determinación.
Inicialmente, nuestros primeros clientes no eran de la zona cercana, sino que provenían de colonias alejadas que se interesaron en probar nuestros platillos. Con el tiempo, al ver el creciente movimiento en el restaurante, la gente local también se animó a visitarnos y descubrir la propuesta culinaria de Don Héctor. Con esfuerzo y dedicación, la clientela comenzó a crecer gradualmente.
Don Héctor y su esposa siempre estuvieron presentes, incluso en los días más difíciles, sin perder la fe en su proyecto. Sus hijos, al salir de la escuela, se sumaban a ayudar en el restaurante, consolidando así un equipo familiar. Con el paso de los años, el negocio creció y se expandió a locales contiguos, ya que la clientela superaba la capacidad del pequeño espacio original.
En el año 2008, tras el fallecimiento de Don Héctor, sus hijos y esposa asumieron la responsabilidad del negocio. Honrando su legado, continuaron el camino trazado por él, manteniendo vigentes los valores que siempre les inculcó. Gracias a la preferencia y fidelidad de nuestros clientes, Daiichiro se ha convertido en uno de los restaurantes japoneses más emblemáticos de nuestra ciudad, manteniendo viva la tradición culinaria japonesa hasta el día de hoy.
El restaurante Italo-Francés, Cibum Capere, fue fundado en 2006 por Héctor Romero, quien es hijo de la propietaria Leticia Aviña. Cibum Capere es el reflejo de un sueño hecho realidad, donde la cocina se convierte en un hobbie preciado y cocinar con amor es el lema principal. Cibum Capere se dedica a satisfacer los paladares de sus clientes y amigos, utilizando los ingredientes de más alta calidad del mercado.
Siguiendo la tradición de los restaurantes franceses e italianos, Cibum Capere es un lugar pequeño y acogedor administrado por la familia. Aquí se sirven comidas sencillas, tradicionales y auténticas, creando un ambiente donde los comensales se sienten como en casa.
En sus inicios, Héctor, también conocido cariñosamente como «el Chefcito» por muchos clientes y amigos, le dio al restaurante el apodo de «el restaurancito». Tras la partida de Héctor en 2013, su madre y hermanas asumieron la responsabilidad de mantener vivo su legado y el espíritu de Cibum Capere.
Hoy en día, tras varios años en el mercado, Cibum Capere sigue siendo un lugar que acoge a sus clientes con calidez y calidad, manteniendo viva la esencia que lo hizo único desde sus inicios.
En el año 2017, la señora Leticia Aviña, originaria de Uruapan, Michoacán, fundó junto con sus hijas el restaurante Nana Keri, conocido por sus deliciosos sabores de la tierra mexicana.
Desde sus humildes inicios hasta el presente, la dedicación en la elaboración de recetas y la calidad de los ingredientes se han mantenido impecables. Con ingredientes cuidadosamente seleccionados de distintas regiones de México, garantizamos el auténtico sabor en cada uno de nuestros platillos.
A lo largo de los años, nuestros clientes se han convertido en amigos, creando un ambiente acogedor donde todos se sienten como en casa al compartir un desayuno.
Nos enorgullece ver familias que nos visitan hasta la tercera generación, y la llegada de nuevos comensales que se integran a la gran familia Arre Morras con el paso del tiempo. Es nuestro compromiso que cada visita sea una experiencia cálida y auténtica.